martes, 7 de agosto de 2018

Chao bolsas plásticas comerciales


RIP, QUE DESCANSEN EN PAZ LAS BOLSAS DE PLÁSTICO

(¡PERO NO EN NUESTROS MARES!)

Hace casi 50 años Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre que caminó sobre la superficie lunar e inmortalizó la frase “Un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”. A partir del viernes 3 de agosto de 2018 comienza a regir la Ley Número 21.100 que prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional lo que constituye, “un gran paso para el ser humano (que vive en Chile) pero un pequeño salto para la humanidad”.

No quiero que se me mal interprete, estoy feliz con el fin de la entrega de bolsas plásticas, además creo que todas las personas que hemos visto las imágenes de animales marinos infestados con plástico, ya sea dentro de sus estómagos, en sus vías aéreas, estrangulando sus cuerpos, ver verdaderas islas de plástico que se forman en los océanos (incluso hay una frente a las costas chilenas y peruanas), ver como un huracán hizo que las bellas playas de República Dominicana estén plagadas de plásticos, ir por la carretera y ver como el borde del camino está repleto de basura, ver fotos de las Isla Henderson, que no es conocida por ser una isla paradisiaca, sino porque un estudio reveló que es el lugar del planeta que acumula la mayor densidad de basura y el 99,8% son plásticos, siendo que es una isla deshabitada por humanos, ver basurales en cada ciudad del país, etc. No podemos no empatizar con esta nueva normativa, sin embargo, este hito solo debe ser el primer paso.

Los plásticos, un potente agente contaminante

Si bien hay varios hechos históricos que nos muestran que ya había uso de plástico (no tal como lo conocemos actualmente) en las culturas mesoamericanas, el hito más importante de la creación del plástico fue en 1907, cuando Leo Baekeland creo el primer plástico sintético, utilizando derivados del petróleo para crear baquelita.
Los plásticos son polímeros sintéticos de fácil fabricación y de costos muy bajos, además es un material que posee una gran plasticidad (capacidad de deformarse sin llegar a romperse) lo que ha potenciado su fabricación y uso a nivel de todo el planeta. Los encontramos en productos como envases, platos, vasos, servicios, bolsas de basura, también son ocupados en la agricultura, Industria pesquera, en la construcción, en el transporte, en productos electrónicos, en atención sanitaria, etc.
Los tipos de plásticos más utilizados son:

Nombre
Sigla
Nombre
Sigla
Polietileno
PE
Policloruro de vinilo
PVC
Polipropileno
PP
Tereftalato de polietileno
PET
Poliestireno
PS
Poliuretano
PU

Este material lo tenemos presente constantemente en nuestras vidas, sin embargo, es un producto altamente nocivo para el medio ambiente, ya que su fabricación se realiza a partir de derivados del petróleo, y genera polímeros de alta y baja densidad de lenta degradación producto de su composición química lo que lo convierte en un residuo altamente contaminante. Por ejemplo, las botellas de plástico (PVC o PET) tardan de degradarse de 100 a 1.000 años, la bombilla (pajita, popote) tarda 100 años, un vaso plástico 50 a 100 años, etc. Y solo el 14% de los plásticos son reciclados.

Es tan preocupante el tema de la contaminación de los mares, que se estima que para el año 2050 habrá la misma cantidad de peces que plásticos en el mar.

Bolsas de plástico y sus sustitutos

Las bolsas plásticas que se fabrican a partir de derivados del petróleo son altamente contaminantes. Se ha calculado que se demora un minuto en producirse, se usan 15 a 20 minutos en promedio, y ¡400 años en degradarse!.

Si la bolsa plástica es de comercio (de alguna tienda comercial) por lo general tienen publicidad en sus caras de varios colores, la cual en su mayoría es sintética, altamente toxicas, ya que contienen plomo o materiales pesados como cadmio, molibdeno, hierro, entre otros., lo que agrava aún más el problema.

En Chile se usan aproximadamente 3.400 millones de bolsas plásticas al año, lo que equivale a 1,5 bolsa plásticas por persona al día, de ello el 90% van a parar a vertederos, rellenos sanitario o directamente al mar.

Dado lo anterior se hace imprescindible abordar a través de políticas públicas el residuo y manejo de bolsas plásticas.

La industria ha pensado y desarrollado diversos materiales para reemplazar la bolsa plástica común, entre ellos tenemos:

Bolsas plásticas biodegradables o compostables

El plástico se fabrica a base de féculas de papas o almidón de yuca, y se degradan en un plazo de 180 días (plazo máximo de degradación por normativa internacional debe ser de 24 meses). También existen las bolsas cuyo biobasado es en base a maíz, y su degradación se produce en alrededor de 6 meses, y su valor es 4 veces mayor a la de una bolsa de polietileno.

Un gran problema de este tipo de bolsas es que este plástico se degrada en plantas compostables y en Chile hay solo dos plantas de compostaje, por lo que la probabilidad que la bolsa biodegradable sea tratada en las plantas es bajísima, y los procesos degradativos no se producen en los vertederos, por lo que teniendo una bolsa ambientalmente más agradable, dada las condiciones de disposición del material es muy baja su efectividad y nada garantiza que las bolsas terminarán en las plantas de compostaje y no en un vertedero común, además, la ley no las considera como un sustituto a las bolsas plásticas comerciales.

Bolsa de biobasado o polietileno verde, que se produce en base a caña de azúcar. Su aporte va más allá si es biodegradable, sino porque, su huella de carbono es negativa (-2,78, en comparación de 1,93 de una bolsa normal), no obstante su precio es 25% más alto que la bolsa de polietileno normal.

Existen otras bolsas llamadas biodegradables, que usan poderosos químicos que aceleran su desintegración, los cuales provocan un alto daño al medio ambiente.

Las bolsas biodegradables que se entregaban en el retail no eran 100% biodegradables, por un tema principalmente de costos las empresas no entregaban bolsas como las vistas anteriormente, sino que entregaban a sus clientes bolsas de polietileno reciclado denominadas Oxodegradables o alternativas mixtas, estas bolsas a los 6 meses se degradan a niveles no visibles por el ojo humano, en millones de partículas pequeñas que siguen presentes en el planeta por aproximadamente 400 años, y lo más probable es que vayan a dar a mares y ríos contaminando las aguas y al ser minúsculos sean ingeridos por los animales involuntariamente o confundiéndoles con plancton.

Bolsas Biodegradables certificadas


Bolsas de papel

Muchas veces se nos presenta como una bolsa más ecológica, no obstante, hay que tener en cuenta que una bolsa de papel contamina 70% más, ya que el producir una bolsa de papel tiene una mayor huella de agua (mayor consumo de agua), el papel se produce gracias a la tala de árboles, y muchas veces esto favorece al monocultivo de árboles exógenos que debilitan los ecosistemas. Por otro lado la bolsa de papel tiene mayor volumen que la plástica y pesa más, por lo que hay que hacer más viajes de traslado, lo que aumenta la producción de CO2.

Por otro lado, hay estudios que indican que hay que usar 43 veces la bolsa de papel para tener una menor huella de carbono, siendo que la gran mayoría de las veces su vida útil es de un día, ya sea porque el papel se dañó, ya que se le salieron las manijas, o producto que es “desechable”, y si no se recicla contamina más producto de la liberación del gas metano.

Bolsa de textil no tejido – Bolsas de TNT

Es la típica bolsa que parece género delgado y a veces, hasta traslucido, que asemeja al fieltro. Varias tiendas lo venden y/o lo entregan como una bolsa ecológica, siendo que su materialidad es de plástico prensado derivado del petróleo (polipropileno).

La bolsa es reusable y tiene un bajo costo de manofactura, pero es un material que se rasga con facilidad, y se deteriora rápidamente al contacto con humedad, por lo que por su corta duración termina siendo más cara e igual o más contaminante que la bolsa de plástico comercial ya que se debería usar más de 70 veces para que la huella de Carbono sea menor que la bolsa común, y el tiempo de degradación son aproximadamente 500 años.

Por lo tanto esta bolsa es muy engañosa, ya que uno la adquiere como ecológica y reutilizable, su vida útil es muy corta y el tiempo en el que se degrada es mayor que el de la bolsa común, y este material no se está reciclando en el país, por lo que llega directamente al vertedero y a los cursos de agua.

Bolsa de algodón

Es una muy buena alternativa por ser una bolsa reutilizable, construida con un material orgánico, por lo tanto es 100% biodebradable y una vez que cumple su vida útil se puede compostar, sin embargo, la fabricación de algodón es cuestionada debido al alto uso de agroquímicos (insecticidas y pesticidas) en sus plantaciones, lo que ha provocado una mayor degradación de los suelos, además han afectado la salud humana de los trabajadores agrícolas e incluso los que la usan se pueden verse afectados negativamente (reacciones alérgicas), y a eso le sumamos que el cultivo del algodón tiene un alto consumo de agua (una alta huella de agua), por lo que preferentemente estas bolsas para que realmente sean sustentables deben cumplir con la normativa internacional vigente, ya que hay marcas que son certificadas como orgánicas y sustentables.

Bolsa de Lino

Es una excelente alternativa, ya que el Lino es creado a partir de tallos, y este cultivo absorbe menos agua que el algodón, lo que la constituye una mejor opción que las bolsas de algodón.

Muchas bolsas de lino tienen certificación orgánica de manufacturado sustentable.

Bolsa soluble en agua

Un grupo de chilenos ha creado una bolsa soluble en agua “no plástica”, donde se sustituye el petróleo por piedra caliza (bicarbonato de calcio), conformando un polivinilalcohol, conformando un producto reutilizable, 100% biodegradable, hidrosoluble (que se disuelve en agua) y también compostable. Dependiendo del grosor se destruye con agua fría o agua caliente.

No necesita de bacterias para su degradación ya que el solo contacto con el agua se disuelve en ella, en menos de 5 minutos.

Este nuevo producto está aún en etapa de investigación, sin embargo, se vislumbra un muy buen resultado y que este material será un excelente sustituto al plástico derivado del petróleo.


Caja de cartón

En muchos supermercados están entregando la mercadería en cajas de cartón. Hay que tener las consideraciones de la bolsa de papel, además, tener en cuenta que el carton se debe reciclar.

Otro antecedente para tener en cuenta como “consumidor consciente” es el “origen de la bolsa”, ya que a pesar de que sea de un material ambientalmente agradable, si su origen fue por ejemplo China, puede que su costo socio-ambiental sea mayor debido al transporte de la bolsa (huella de carbono más alta), o bien, fomentó el trabajo infantil y/o la explotación de los trabajadores. También es importante prolongar la vida útil de los productos, ya que todos, y cada uno de ellos generan en mayor o menor grado impactos negativos al medio ambiente ya sea en su proceso productivo, o luego como desecho, por lo que hay que cambiar el paradigma del consumo.

Pero, ¿Qué dice la Ley?

La Ley 21.100 establece en el Artículo 3 la prohibición que los establecimientos de comercio entreguen “bolsa plástica de comercio”, ya sea de forma presencial o compradas a través de medios electrónicos (compras por Internet), excluyendo solo las bolsas que constituyen el envase primario de los alimentos (por ejemplo, queso envasado).

Existe en la Ley un artículo transitorio, que permite un periodo de adaptación a la norma, el cual es de 6 meses para las empresas del retail donde solo podrán entregar 2 bolsas por persona en este periodo, y las micro, pequeñas y medianas empresas, tienen un plazo máximo de dos años para cumplir con la ley.

La fiscalización para que se dé cumplimiento de lo dispuesto en la ley se deberá llevar a cabo por parte de la municipalidad, y “el incumplimiento de lo dispuesto en el artículo 3 será sancionado con una multa a beneficio municipal de hasta cinco unidades tributarias mensuales por cada bolsa plástica de comercio entregada”, agrega la ley.

Un tema que se abordó en la discusión de la ley fue que la sociedad, en especial los estratos más vulnerables y/o menos acomodados económicamente, utilizan las bolsas plásticas comerciales (la típica bolsa de supermercado) para disponer su basura, lo que provocará que  las personas deberán una inversión todos los meses y comprar bolsas para la basura, o bien, buscar una solución creativa para disponer sus residuos domiciliarios. Algunos detractores de la ley elevaron este punto como una fuerte externalidad negativa debido al uso cultural de las bolsas como receptáculo de la basura, y vaticinan que habrá mayor cantidad de basura dispersa en las calles y que aparecerán más puntos con basurales.

Algo importante que me gustaría recalcar es que la ley establece en su Artículo 7 que, el “Ministerio de medio Ambiente promoverá e implementará programas de educación ambiental dirigidos a la ciudadanía, sobre el uso de bolsas plásticas de comercio que se encuentran en circulación y su impacto en el ecosistema, incluyendo su reutilización y reciclaje”. Un punto muy importante para que esta ley sea realmente el principio de un cambio cultural.

Dado los datos del último censo, en Chile solo el 4% de los habitantes recicla, por lo que el problema de la contaminación es mucho más grande y grabe, y no debe verse parcializado, sino que de manera global, por lo que el cambio no solo debe quedarse en que no se expendan al público bolsas plásticas comerciales, hay que fomentar el uso de bolsas o sacos biodegradables y/o reutilizables, potenciar y favorecer un mayor y mejor manejo de los residuos domiciliarios y hacernos cargo de lo que generamos, para ello se debe compostar los residuos orgánicos (cáscara de frutas, restos de verduras, entre otros), tener sistemas de reciclaje de los diversos tipos de plásticos, vidrios, latas, papel, cartón, además de reutilizar los productos o materiales, prolongar así su vida útil lo más posible, bajar los niveles de consumismo y cambiar nuestros hábitos de consumo prefiriendo productos que en su producción y fabricación sean más amigables con el medio ambiente … solo así estaremos aportando realmente y no solo seremos una linda estrofa.

Esta ley es el principio, no obstante, el apoyo legislativo debe ser integral, se debe trabajar en los plásticos que vienen de “acompañamiento” a los productos que compramos, como por ejemplo, envoltorios de juguetes, envases y embalajes de productos. Tomar decisiones de los tipos de productos que se venden en el mercado, por ejemplo, para los cumpleaños infantiles. En resumen, este es un primer paso, pero hay mucho más por recorrer, ya que inclusive, si se dejara de usar las bolsas plásticas, esto no soluciona el problema de contaminación, ya que no hay un cambio cultural real en las personas, y muchas seguirán eliminando basuras como colillas de cigarros, latas, botellas plásticas, vidrios, cartón, envoltorios, etc., en playas, parques, lagos, campos y ciudades.

Ecoladrillos rellenos de plásticos y envoltorios metalizados



Biblioteca del Congreso Nacional - https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1121380

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